Limpia el caño y la bañera
Prueba mezclando bicarbonato con vinagre o zumo de limón y añadirle agua. Con una esponja o trapo pasa la mezcla por todos lados, hasta la grifería y las manijas. ¡Borrarás cualquier rastro de suciedad!
Limpia las baldosas y losetas
Coge un cepillo y mójalo en una solución de bicarbonato con lejía. Luego, con mucha paciencia, restriega los espacios entre cada loseta. Ahora para las baldosas, mezcla vinagre y agua en partes iguales dentro de un spray. Después, rocía sobre cada uno, deja actuar por unos minutos y pasa un trapo. Verás cómo desaparecen las manchas y cualquier rastro de hongos.
Limpia el espejo
Para esas salpicaduras que suelen quedar en el reflejo haz una solución con mitad de agua, un cuarto de amoníaco y un cuarto de alcohol, luego pasa un trapo seco o papel periódico. Si quieres evitar el fuerte olor del amoníaco, puedes probar con vinagre disuelto en agua.
Limpia el wáter
¡Aquí es donde se concentran las manchas más difíciles! Para empezar con la limpieza del wáter, Te recomendamos usar una esponja metálica con alcohol o vinagre caliente para limpiar la parte externa, mientras que para el interior y fondo, puedes utilizar media lata de gaseosa negra. Asegúrate de primero jalar la cadena y luego echar la gaseosa. Remueve la suciedad con una escobilla y espera media hora. Vuelve a jalar cadena y verás que ha quedado limpio de toda suciedad.
¡Recuerda siempre tener a la mano los utensilios que necesites y las mezclas ya preparadas en envases! Así se te hará más fácil y más corto el tiempo de limpieza.