Dentro de todos los muebles en casa, la cama tiene un lugar especial. No importa que tan cómodas resulten otras, la tuya es siempre la que extrañarás y en la que descansarás apaciblemente.
Muchos las ubican al centro, dominando el espacio y adornada con el arte que representa a cada uno. Otros las esquinan, aprovechando el espacio o alguna ventana en la que el amanecer o las luces de la ciudad por la noche sean imperdibles.
Resulta un espacio tan propio, que las actividades que hacemos son innumerables. Más bien, cualquier cosa que se pueda hacer de forma autónoma tiene cabida en ella. La usamos para descansar y en muchas oportunidades, hasta para trabajar. Hay mucho lugar para la diversión: Libros, comida, momentos de pasión y también de soledad. Incluso las mascotas tienen las puertas abiertas mientras no tengamos que levantarnos de nuestro rincón favorito.
Pasamos entre 23 y 27 años de nuestras vidas en ellas, pero en ocasiones pareciera que no es suficiente. Después de leer esta nota, ya debes estar visualizando tu cubrecama.
Que descanses